Terapia Neural
Propuesta terapéutica natural que promueve la capacidad de autosanación del individuo, permitiendo la gestión de su propio proceso de salud.
Terapia Neural:
Una mirada diferente de la Salud
por Damián Eduardo Pelizzari
La Terapia Neural (TN) es una concepción médico filosófica que podría incorporarse dentro de las llamadas “Medicinas alternativas”.
Decimos que es una concepción medico filosófica porque no se trata sólo de una técnica terapéutica nueva o diferente, sino que la TN tiene una concepción que le es propia, así como las milenarias Acupuntura y Medicina Ayurvédica tienen las suyas, por medio de la cual hacemos una interpretación de los procesos de salud y enfermedad diferente a la realizada por la medicina ortodoxa o clásica.
Esta nueva e innovadora mirada que propone la TN, en búsqueda de nuevos paradigmas, nos permite un acercamiento distinto al enfermo y a la vida misma.
Este nuevo acercamiento, este aprender a mirar la vida con otros ojos, abre un mundo de posibilidades antes desconocidas y es aquí donde la severidad de un diagnóstico o la infalibilidad de un pronóstico ominoso, comienzan a desdibujarse dando lugar a nuevas posibilidades y con ello, a nuevas esperanzas.
Para acercarse al entendimiento de cómo actúa la TN, hay que repensar primero los conceptos de salud y enfermedad.
Entendemos a la salud como un proceso dinámico, vital, caótico y a la vez determinista. Es el fluctuar constante de un sistema que busca su propio orden en todo momento.
La enfermedad forma parte de este proceso llamado salud. Ella es una fluctuación de este sistema que le permite encontrar su propio orden.La enfermedad tiene entonces, su teleología, su propósito, su razón de ser.
Es el mismo sistema, en este caso, el individuo, quien gestiona el proceso llamado enfermedad. No es algo que le viene de afueracomo una calamidad o una maldición. Salud y enfermedad no son opuestos, son sucesos de un mismo proceso.
Entendiendo esto, con la TN lo que se busca es, a través de un impulso inespecífico generado por pequeñas inyecciones de una dilución de Procaína (*) que se aplican en sitios específicos del sistema nervioso, principalmente en la piel, promover las capacidades de autoorganización de la persona, para que sea ella misma quien realice su propio proceso de sanación.
El ser humano es un sistema abierto, en constante intercambio de materia y energía con el medio, imposible de separar de su entorno. El mismo Orden que rige el Universo, es el que rige los procesos del hombre. Por esto es que a los procesos que se dan en el individuo los llamamos procesosde autoecoorganización. Auto porque le es propio al sistema y eco porque se realiza en consonancia, en armonía con el Universo.
Ante la singularidad del proceso que vive cada individuo, entendemos que dos personas a pesar de tener el mismo diagnóstico médico, realizan procesos diferentes y por eso, el tratamiento necesariamente es también diferente.
Por esto, el tratamiento con TN no está dirigido contra una enfermedad ni diagnóstico. Es un estímulo inespecífico, una invitación a que la persona en su proceso de enfermedad, entendiéndola como una singularidad de cuerpo, mente y espíritu, sin demarcaciones que separen estos aspectos, realice su propio proceso autoecoorganizativo de acuerdo a sus propias necesidades y posibilidades, no importa que el diagnóstico alopático sea gripe, artrosis, cáncer, depresión, neumonía o lupus.
La concepción de la TN,es accesible y aprehendible por y para tod@s. Hay experiencias muy ricas que se están desarrollando principalmente en Colombia, en el campo de lo social, la política y educación, desde esta mirada que propone la TN, facilitando de diversas maneras los procesos de autoecoorganización social, política y en el desarrollo y educación de los niños.
En cuanto a la práctica médica de la TN, esta es realizada por médicos graduados y que posteriormente realizaron su capacitación en la misma.
*Procaína: Anestésico local que se utiliza en TN, a muy bajas dosis, subanestésica, y que tiene la capacidad de actuar como un dieléctrico, esto es, capaz de generar un impulso eléctrico en los tejidos
Damián Eduardo Pelizzari
Médico
M.P.N. 2969 - M.N. 94581
La sociedad, el sistema médico y las indicaciones terapéuticas.
por Damián Pelizzari
Argentina
- Don Anselmo, con su diagnóstico, es perentorio que se haga la cirugía, de lo contrario puede sufrir graves complicaciones.
Esta es la historia de Don Anselmo, un hombre que como muchos, deposita plena confianza en su renombrado médico, quien haciendo uso de sus conocimientos, las últimas informaciones y de los protocolos establecidos para cada “caso”, motivado en su juramento Hipocrático, dirige la salud, la enfermedad y la vida de sus pacientes.
Afortunadamente para Don Anselmo, la cirugía fue un éxito, “barrimos con el problema”, como lo dijo el cirujano mientras se cambiaba de camisolín para entrar a otra cirugía.
Realmente Don Anselmo mejoró, aún seguía sintiendo aquellos molestos síntomas pero por suerte el “problema” había sido barrido y eso no era poca cosa. Aparecieron luego algunas nuevas molestias en la zona de la cirugía, comenzó a tomar nuevos medicamentos que debería tomar “de por vida” y pasó varias noches sin poder dormir causa del stress postquirúrgico que ya pasaría, como le dijo su médico, pero todas cosas menores que se deben pagar en la lucha por la salud...
Frente a una propuesta terapéutica es conveniente plantearse tres preguntas:
¿En qué consiste la estrategia en cuestión?
En el modelo médico actualmente imperante, donde el paciente es “paciente” y “pasivo”, sin injerencia alguna sobre su proceso llamado enfermedad, estas tres preguntas no tienen lugar a ser formuladas porque es tal el grado de expropiación que sufre el individuo de su propia salud, que ni siquiera está en mente la posibilidad de plantearse el interrogante.
En el mejor de los casos, cuando existe un intento del individuo de manejar su proceso de salud-enfermedad, este planteamiento tiene lugar, debiendo la persona recurrir a alguien “idóneo” en el tema, tema en el cual el individuo es totalmente ignorante e incapaz de tomar resolución alguna, falacia esta que el propio sistema médico y social se encarga de mantener y reforzar. Es aquí entonces, cuando el sistema recae una vez más con todo su poder autoritario y represivo “encausando” a esos insurrectos que pretendían tomar parte y dirigir sus propias vidas.
En este contexto planteado, el individuo, dista de ser una víctima. No existen víctimas ni victimarios. Se es víctima y victimario a la vez. El hombre es actualmente víctima de su propia creación. Hablamos de responsabilidades.
La sociedad está enferma. Pruebas de esto están a la vista diariamente. Y el hombre sufre víctima de esta sociedad enferma, pero... el hombre es quien forma la sociedad.
El sistema médico es una creación del sistema social vigente.
Este sistema social, intencionalmente creado, está dirigido a la enajenación del individuo, en un ataque constante y desde diversos flancos, a la individualidad del hombre, a su singularidad, a su libre pensar y sentir.
La manipulación es muy grande y feroz. Los medios de comunicación masiva son un fiel reflejo de esto.
El sistema médico es una muy poderosa herramienta utilizada con el objetivo que el sistema social persigue.
La sociedad se ha ido erigiendo alrededor de pilares que la encierran.
La educación institucionalizada, la religión y la salud son tres de estos pilares que encierran a una sociedad.
A través de la educación y de la religión es posible inculcar ideas, formas de pensar, adoctrinar, meter miedo.
El miedo es una de las piedras fundamentales de esta construcción diabólica.
La educación y religión institucionalizadas, lejos de incentivar el desarrollo personal, singular e individual de cada persona, lejos de ser incentivos para lograr la vivencia de lo Universal, lejos de ser puente que nos lleve a nuestro interior, se han convertido en sistemas que homogeinizan, que normatizan, que infunden temor, culpa. Vivimos en la cultura del pecado. ¿ Qué prueba más convincente de la manipulación de la que somos objeto, que el depender de una institución para que nuestros pecados sean perdonados y nuestra alma salvada?
Los sistemas de salud constituyen también otro de estos nefastos pilares.
Estos han conseguido expropiar al hombre de su propia vida y de los procesos que esta conlleva.
Aquí aparece una vez más el miedo como elemento fundamental en su construcción. El miedo a la enfermedad, el miedo a la muerte, ...el miedo a la vida.
Lucrando con estos miedos la industria farmacéutica y la industria de las medicinas de alta complejidad, crecen día a día, alimentándose de un sistema que se debilita cada vez más y más.
Todo gira y la vida también.
Estas industrias, grandes vampiros de la sociedad moderna, se encargan de mantener su fuente de sustento, haciendo calar cada vez más hondo el miedo, la expropiación y con ello la necesidad de recurrir a sus bondadosos, oportunos y salvadores productos que salen a ofrecernos.
Entonces, la Salud ¿dónde ha quedado?. De esto se trata, la salud entendidacomo un proceso dinámico e individual de interacción con el Universo, y no como un estado de bienestar, no tiene el más mínimo lugar en este sistema.
Si podemos ver esto que aquí se plantea, en la sociedad, a nuestro alrededor, seríamos más cautelosos y responsables a la hora de hacernos y contestarnos las preguntas citadas al comienzo.
Damián Eduardo Pelizzari
Médico
M.P.N. 2969 - M.N. 94581
Centro de Investigación e Información de Medicinas Alternativas - CIMA
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